Un Puerto Rico sin puertorriqueños

 

Por: Kariana Vega

Publicado en la revista A Cuentagotas 

Puerto Rico se consagra como el país con más alquileres a corto plazo. Más que en Estados Unidos, Corea, Reino Unido y Canadá. Entre 2014 y 2020, cerca de 11,500 anfitriones enlistaron casi 25,000 propiedades para alquiler a través de Airbnb, lo que representa casi el 6% del acervo total de viviendas para alquiler de Puerto Rico.

Según Raúl Santiago Bartolomei, investigador asociado del Centro para una Nueva Economía, en el 2023 de acuerdo con la compañía Airbnb, la Isla ocupó el primer lugar entre 200 jurisdicciones en el mundo, con un 41% del total de todos los super anfitriones. Es Puerto Rico actualmente el territorio más hospitalario en Airbnb. Los alquileres a corto plazo tienden a reducir el número de propiedades que podrían utilizarse para alquileres a largo plazo, lo que reduce la oferta y encarece los alquileres restantes para potenciales residentes. La pregunta que muchos se hacen es: ¿Dónde están los puertorriqueños que vivían en esas 25,000 propiedades?

Los puertorriqueños que se van de la Isla lo hacen por múltiples razones. Un Puerto Rico sin puertorriqueños no es únicamente causa de la falta de vivienda accesible, sino uno de los principales motivos. Muchos han tenido que irse de la Isla en busca de mejores oportunidades, se mudan a viviendas públicas y otros hasta han tenido que volver con sus padres porque no consiguen un lugar accesible para quedarse. Tal es el caso de la artesana Tita Núñez, quien tuvo que mudarse al hogar de su madre en Ciales luego de ser desplazada de su hogar en Santurce ya que no tenía un lugar accesible donde ir, porque este se convertiría en un Airbnb.

Núñez comentó, “En el mes de febrero me dan la primera noticia de que quizás el dueño iba a vender la propiedad[…]Luego de esta noticia el dueño de la propiedad no esperó e inmediatamente se comenzaron las labores de remodelación en la propiedad. Por ley, se supone que te avisen con tres meses de anticipación y luego yo tengo veinte días para moverme, pero con ese ruido y hombres entrando y saliendo a la propiedad yo no me sentía cómoda y como quiera al final me iba a tener que mover ya que eso estaba planchado, así que me mudé  con mi madre”.



Tita Núñez responde por qué vivir de alquiler y no comprar su propia casa. 
Video por Krystal Soto.

Santurce es un barrio rico en cultura y tiene lugares turísticos reconocidos como Trastalleres, La Plaza del Mercado, Lote 23, Ciudadela y la Calle Loíza. Sin embargo, antes no era así, Santurce se distingue por ser el único barrio de Puerto Rico fundado por esclavos negros libertos. Estaba lleno de arrabales y gente pobre. En 1950, gracias a la operación Manos a la Obra se comenzó a eliminar esos arrabales y la calidad de vida mejoró. Santurce era conocido por ser un pueblo accesible a las comunidades, pero hoy esto ha cambiado debido a la ley 22 y sus pintorescos barrios urbanos que atraen a miles de turistas. 

Kristel de Jesús, quien reside  en Santurce hace 23 años junto a su madre, comentó sobre lo difícil que es vivir en un barrio donde sus vecinos son diferentes todas las semanas, pues ya no son vecinos, sino turistas. También mencionó lo accesible que era el barrio antes y los altos costos que ahora han llegado junto con los visitantes. “Ya no puedo salir ni a la esquina a comprar algo de comer porque todo está carísimo[…]el agua ha subido, la luz también; todo en nuestro barrio está más costoso”.

Si bien es cierto que, con las nuevas hospederías para los turistas impulsamos el turismo en la isla y creamos nuevos empleos. También es cierto que los locales tienen que trabajar el doble para costear la vida en el nuevo lugar turístico. La inflación en el Índice General de Precios (IPC) aumentó en 5.8% para enero de 2023, según datos estadísticos de Puerto Rico. 

De Jesús expresó lo que para ella es la causa de arruinar el plan de progreso de su barrio Santurce.    Video por Krystal Soto.

Carlos Rivera, residente de la calle Santa Cecilia en Santurce, comentó que la casa en la que reside es considerada patrimonio cultural para Puerto Rico. Esta, hace menos de dos años, fue considerada para derrumbarse y en su lugar construir un Airbnb, pero el gobierno intervino y no se pudo realizar la demolición. En abril de este año, el dueño de la propiedad colocó un cartel en el cual especificó los detalles de construcción, y los vecinos comentaron que se piensa derribar la propiedad para que en su lugar se pueda construir un estacionamiento.

Rivera compartió lo que vive diariamente por los diferentes Airbnb del área en el que actualmente reside. Video por Krystal Soto.

Durante el periodo del 1950 al 1954 aproximadamente más de 231,000 ciudadanos de la isla se mudaron a  Estados Unidos, un aproximado de 54,000 personas por año, y esto por los múltiples beneficios que el gobierno les ofrecía al mudarse a los estados de Nueva York y Filadelfia.  Los puertorriqueños emigraron por las grandes oportunidades económicas, ya que había mejores  empleos con óptimas pagas. Además, al final de la década del cuarenta,  Estados Unidos y el gobierno puertorriqueño incentivaron la emigración de ciudadanos a ese país.

Aproximadamente 69 años después, los puertorriqueños continúan desplazándose de la Isla, pero no de manera incentivada, sino porque es duro vivir en el país. Esto por los altos costos y la falta de vivienda, según alegan muchos de los que aquí residen. Esto se confirma cuando se leen informes del censo del 2020 que determina que, en los últimos 10 años, la Isla perdió un promedio de 11.8% de su población. Esto quiere decir que 1 de cada 10 puertorriqueños ya no vive en la Isla. 

Hasta el momento, los alquileres a corto plazo solo están regulados por el Reglamento de Hospederías de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR). Pero esto solo exige 15 documentos, entre los que se destaca el registro de sus dueños como hosteleros y que remitan el pago del impuesto por ocupación, mejor conocido como “room tax”. Estudios de Abexus Analytics y Estudios Técnicos publicado en el 2022, señalan que en la Isla existen unas 30,000 propiedades dedicadas a la industria y que, de estas, unas 4,600 se ubican en San Juan.

Rosita Valle, quien es maestra retirada, es propietaria de un Airbnb en Vega Baja junto a su esposo. Ella comentó, “las personas han comenzado a eliminar las rentas a largo plazo, porque se lo han buscado[…] muchos te dejan las propiedades destrozadas y hechas un asco. Rentando tu propiedad por tres días tienes mayor ingreso y más control del mantenimiento de tu propiedad”. Añadió, “Airbnb llegó a salvarnos la vida, lo que tengo es una pensión de maestra y realmente cuando lo sumamos todo, no es suficiente. Mi Airbnb no está alquilado todo el tiempo, tampoco me interesa que lo esté, porque la gente que yo quiero que llegue es la que no viene a destruirte la propiedad”.

Asimismo, Valle mencionó los beneficios que tienen los extranjeros con la ley 22, a diferencia de los puertorriqueños.

El propósito de esta medida es promover que individuos que no hayan sido residentes de Puerto Rico, por al menos los últimos quince años antes de la aprobación de la presente Ley y que mantienen inversiones en o fuera de Estados Unidos, establezcan su residencia en Puerto Rico. Para incentivar el traslado de dichos individuos a la Isla, esta Ley exime totalmente del pago de contribuciones en Puerto Rico el ingreso pasivo devengado por estos individuos con respecto a sus inversiones. Así lee la Ley Núm. 22 de 17 de enero de 2012, según enmendada. 

En una entrevista para A Cuentagotas, Martha Quiñones, catedrática de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA) y expresidenta de la Asociación de Economistas, mencionó que una posible solución ante este problema social podría ser la creación de medidas legislativas que tengan peso de ley y protejan a las personas de ingresos bajos y moderados. Además de que se genere y haya una cantidad de viviendas que sean dedicadas exclusivamente al alquiler de largo plazo o de venta a las personas de Puerto Rico.

“Es importante asegurar que los porcientos de los edificios de departamentos no sean todos para Airbnb, si no que sean para residencias, porque si se alquilan todos como Airbnb las personas pierden la posibilidad de adquirir una vivienda. Incluso, deben tener rentas que sean módicas y rentas asequibles para el pueblo de Puerto Rico”, añadió la catedrática.

Que Puerto Rico se consagre como el país con más alquileres a corto plazo, puede resultar satisfactorio para algunos y muy preocupante para otros. La mayor cantidad de población en la isla es de envejecientes, lo que significa que el país se está quedando sin jóvenes para trabajar.  Se estima que hay alrededor de 5.6 millones de boricuas en los Estados Unidos, convirtiéndolos en la segunda población más grande de origen hispano y lo que representa el diez por ciento de la población hispana, según estadísticas de Pew Research. La mayoría de los puertorriqueños jóvenes que se van, lo hacen porque no encuentran la manera de salir de la crisis en la que se encuentra el país, sin encontrar escapatoria son parte de los millones de boricuas que residen en los Estados Unidos, mientras Puerto Rico se queda sin puertorriqueños.


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